La decoración en cualquier habitación del hogar, es de suma importancia para crear un ambiente que de tranquilidad y comodidad para los que ahí habiten.
Pero, crear un espacio que sea adecuado para el disfrute y desarrollo, no sólo de la imaginación sino del intelecto de un niño, es un poco más difícil de conseguir.
Por esta razón, hay que tener en cuentas ciertos factores, que pueden influir positivamente en el crecimiento intelectual y cognitivo de los pequeños.
El principal enfoque que hay que hacer en una habitación para niños, es que posea muchos colores vivos y fuertes, como el rojo, el amarillo o el verde. Se puede empezar por las paredes, pero esto se aplica a todo el mobiliario de la estancia.
Realizar murales o pegar vinilos decorativos es una muy buena opción para desarrollar la imaginación de los niños, ya que ellos perciben todo a su alrededor, debido a su curiosidad y su necesidad de saber qué es lo que los rodea.
Ahora bien, los muebles multicolores y llamativos también serán un excelente aporte para crear un ambiente alegre y lleno de vida.
A estos, se les pueden añadir cojines de diferentes tamaños y diseños, ya que suelen ser los objetos preferidos por los pequeños, y no representan peligro alguno para ellos.
Los estantes donde se cuelga la ropa o donde están almacenados los juguetes y cualquier otro objeto, pueden tener múltiples diseños. No obstante, para estos dormitorios lo ideal sería que fuesen en forma de casa o baúl, ya que estos resultan llamativos para los niños y acrecientan su imaginación.
Si se quiere hacer un enfoque en el desarrollo intelectual de los pequeños, lo ideal sería agregar una pizarra en la habitación. Así se podrán expresar mediantes símbolos y dibujos.
Los juguetes forman una parte importante para el desarrollo integral de cualquier niño, por lo cual, es muy recomendable adquirir juegos que involucren números, tamaños, formas y colores.